Un informe del Banco de Previsión Social (BPS) presentado ante la Comisión de Seguridad Social y Hacienda de Diputados estima el impacto que tendrá el cambio de régimen de los afiliados mayores de 50 años.

El documento da cuenta que habilitar a que los cincuentones abandonen el régimen de seguridad social mixto de las AFAP y retornen al pilar solidario del BPS implicaría un costo máximo para las arcas públicas de US$ 2.558 millones, lo que equivale a 4,5% del Producto Interno Bruto (PIB). Entre 2018 y 2022 los resultados son positivos, según el BPS, pero a partir de esa fecha sucederán 44 años de números negativos hasta 2066.

Las simulaciones realizadas indican que podrían cambiar de régimen entre 28.168 y 70.559 afiliados, lo que significaría que las AFAP transfieran al "Fideicomiso de la Seguridad Social" entre US$ 1.259,9 millones y US$ 2.908,9 millones. Ese ingreso se genera por única vez y es transferido de la AFAP luego que el afiliado cambia de régimen.

Por otro lado, el informe explica que el principal egreso sería la diferencia de jubilación entre el régimen de transición y el mixto, que generaría egresos anuales de entre US$ 156,7 millones y US$ 361,7 millones para el escenario de mínima y de máxima respectivamente.

El dinero de los afiliados sería suficiente para cubrir el pago de las prestaciones por entre 8 y 10 años. Transcurrido ese tiempo, el costo de esas prestaciones deberá ser cubierto con recursos del BPS. En la proyección de largo plazo, el sobrecosto fiscal estimado es de US$ 2.558 millones en un escenario de máxima y de US$ 1.095 millones en un escenario de mínima.

El análisis sobre ingresos y egresos derivado del proyecto a estudio del Parlamento toma en cuenta que los mayores de 56 años al 1° de abril de 2016 cambian de régimen en el año 2018, los afiliados entre 53 y 55 años en el 2019 y el resto de los afiliados amparados en el 2020.