Sendic vuelve a estar en la mira, otro paso en falso. Argumentó a favor del déficit fiscal y enfatizó, erróneamente, que es de eso que depende el bienestar de los ciudadanos.  

El vicepresidente de Uruguay defendió el pasado domingo el desequilibrio fiscal. 

Argumentó que entre las "causas estructurales" del déficit se encuentra el gasto en salud y jubilaciones, que "podríamos tener las cuentas más ajustadas y mucha gente viviendo en la calle y muchos viejitos tirados", que "eso ocurre en otros países de América, pero nosotros no lo tenemos". 

Y la increíble conclusión a la cual llegó fue que: "Puede ser que las cuentas no nos cierran, pero la gente tiene que vivir mejor".

Sucede que la explicación y la conclusión a la que arriba Raúl Sendic genera una visión engañosa de lo que sucede, además de carecer de veracidad. 

En el 2016 el déficit país pasó de un 3,5% del PIB a un 4% por el incremento de transferencias al FONASA, pero no es suficiente ver en que se gastó más, ya que para explicar el déficit fiscal no alcanza con ver los gastos en políticas sociales, ya que no son las únicas responsables del desequilibrio de las cuentas del Estado.